Ya no somos esa isla

Por Walter Castonjáuregui

Hace algunos años y hasta no hace demasiado, los nicoleños solíamos utilizar la frase “San Nicolás es una isla” y no por hacer referencia a la Isla Italiana que forma parte del Archipiélago de Tremeti en el Mar Adriático. Lo hacíamos porqué en nuestra ciudad sucedían cosas que no pasaban en el resto del país, o al revés, en otros lugares de la Argentina se daban situaciones que para nosotros eran absolutamente lejanas e impensadas.

Nuestra idiosincrasia y el hecho de ser una sociedad que gira en torno a la gran industria, nos hacían distintos, ni mejores ni peores, solo distintos. No se protestaba por pagar la luz más cara del país, ni el transporte público de pasajeros encabezando también el ranking, había trabajo para aquellos que recién comenzaban o para otros que deseaban cambiar su situación laboral, en fin nos pasaban muchas cosas pero a diferencia de otras ciudades, vivíamos en una relativo estado de “seguridad”.

Nos asombraba ver en los grandes diarios Capitalinos o en las pantallas de los canales de televisión, las distintas y la gran cantidad de modalidades delictivas, pero a nosotros no nos pasaba o nos sucedía en mucha menor medida.

Hoy la situación es absolutamente distinta. Basta con ver las distintas páginas web de la ciudad, leer el periódico local o escuchar los distintos programas de radio, para darnos cuenta que dejamos de ser  “Esa Isla”. Preocupa la gran escalada de hechos delictuales, la inseguridad, el momento de indefensión en el que vivimos y la poca o nula presencia del Estado.

Los motochorros dejaron de ser algo lejano, los robos en todas sus modalidades están instalados en nuestra sociedad. Ingresan a robar mientras el dueño de casa duerme, o a plena luz del día antes cámaras de seguridad que registran lo sucedido, a mano armada o simplemente en grupos amedrentando a la víctima, el famoso cuento del tío. Lugares como escuelas que son asaltados una y otra vez. En fin lo que antes parecía tan lejano hoy también es nuestra realidad.

Si bien es cierto que San Nicolás ha cambiado para bien en su estética, con lugares públicos de esparcimiento que no teníamos o estaban absolutamente olvidados, con actividades para la recreación de la población que antes no existían, que se han puesto en valor lugares con un alto contenido histórico, que la llegada de turistas es constante por todas las actividades que en muchos ámbitos se llevan adelante. También es cierto que estamos inseguros y que de una vez se deben tomar cartas en el asunto.

Sea a quien sea que le corresponda, al menos en materia de seguridad, nos gustaría volver a ser “Esa Isla”.

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